Nuestra vida es como un juego, y todos tenemos las mismas fichas para participar. En nuestro libre albedrío elegimos en que tableros jugar, con quienes y como. A veces jugamos impulsivamente, otras con el fin de ganar. Planeamos cada ficha que movemos, y otras veces pateamos el tablero. Cada partida ganada desde el disfrute nos eleva a un juego superior, con energías de luz más avanzadas. Es un juego continuado y nuestras fichas no cambian ni se pierden, siempre las tendremos. El mono nos convida la oportunidad de sanar nuestro niño interior. Encuentro el equilibrio entre la ilusión y la desilusión. Organizo el juego, lo creo, lo disfruto, porque el fin es ese, disfrutarlo. Igualo el hombre al niño. La mujer a la niña. Hoy es un día para dejar el enojo de lado. Chuen (Mono), en la oscuridad es un niño enojado. Y el niño enojado se pierde la magia. Cooperemos entre todos a iluminarnos desde lo mas puro e inocente. ¿cuando fue la ultima vez que reíste? Bendiciones. Energía Maya |