«Se llama calma y me costó muchas tormentas obtenerla.»
La energía de la tormenta genera transmutación y transformación en lo sutil, que luego repercute en la materia. Es también un día de purificación donde todo lo que no resista el fuego de transmutación consumirá las estructuras que nada tengan que ver con nuestra esencia y misión.
Es una oportunidad para reinventarnos, sin mascaras, auténticos. Y es importante recordar, cuando estemos en medio de la tormenta, que luego saldrá el Sol y vendrá la calma para volver a comenzar purificados y libres. La tormenta ha venido a ayudarnos en este proceso de desintegración y transformación para renacer en la unidad del Amor.
El tono Rítmico (6) nos da la posibilidad de dar un orden a todas las cosas y causas de nuestra vida en pos de armonizarla e igualar sus partes.
En el camino de regreso a nuestro Hogar, el cielo es traído a la Tierra, y la Tierra llevada al cielo, en una danza dinámica y simbiótica
Bendiciones de Amor y Paz!
Energia Maya