Marzo 17

Carlos y Gudrun Lenkersdorf habían nacido y vivido en Alemania.

En el año 1973, estos ilustres profesores llegaron a México. Y entraron al mundo maya, a una comunidad tojolabal, y se presentaron diciendo:

Venimos a aprender.

Los indígenas callaron.

Al rato, alguno explicó el silencio:

Es la primera vez que alguien nos dice eso.

Y aprendiendo se quedaron allí, Gudrun y Carlos, durante años de años.

De la lengua maya aprendieron que no hay jerarquía que separe al sujeto del objeto, porque yo bebo el agua que me bebe y soy mirado por todo lo que miro, y aprendieron a saludar así:

Yo soy otro tú.

Tú eres otro yo.

De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.

 

 

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